ESTIMADO PABLO CORDOBA:
Leyendo y agradeciendo tu reflexión, hace mucho, estaba pensando, salvando las grandes distancias, por supuesto, digo como San Francisco de Asís, desde ahora mi Padre es el que está en el cielo.
Quiero olvidar el pasado, y seguir viviendo lo que me queda, meditando que tengo un Padre en el cielo que me ama mucho.
Me duele, por supuesto, pero es que sino no puedo continuar.
Mi marido, que me conoce más de lo que creo, siempre me dice esta reflexión.
Le pregunté si él se daba cuenta de «todo», y me dijo que «sí».
Realmente, me debe haber querido mucho para casarse con una mujer tan «problemática».
Doy Gracias a Dios.
También, doy las Gracias a Dios, por tu amistad y por prestar tu oído.
Muchas Gracias. Qué Dios te Bendiga.
Silvia.
Estimado Pablo:
Recién leí una reflexión tuya:
«Quien aprende a convivir con el dolor y adapta su vida a las nuevas circunstancias, se convierte en una persona fecunda».
Sabés una cosa??, es tan cierto!!,antes de la enfermedad de mi esposo, era hueca, tenía más de lo necesario, pero no era feliz.
Me faltaba «algo», no sabía que era.
Después de la enfermedad, no me quedó otra que aferrarme a Jesús, porque sola no podía.
Y así comenzó el grupo de oración, los retiros a Padre Hurtado, también conocí a Su Santidad Juan Pablo II, aprendí a conocerlo, a amarlo, y ya está estampado en mi corazón para siempre.
Entonces aprendí a convivir con el dolor, y a adaptarme a la la nueva situación.
Sin Jesús jamás hubiera podido sola.
Y sabés una cosa??, me ha bendecido mucho, porque me ha dado mucho más de lo que esperaba.
Y ahí comprendí, «la misericordia de Dios», no son palabras sin contenido, sino que es la Verdad.
A todo esto, te digo que pasaron 25 años.
Bendito seas por siempre Señor.
Un beso cordial
Silvia.
Silvia:
Ver que vienes sacando buen provecho de este sitio me pone muy contento. Demuestra que nuestros esfuerzos, puestos en manos de Dios, rinden mucho frutos. Te animo a que sigas participando.
Estoy seguro que tus comentarios y reflexiones harán bien a muchos de los amigos que a diario visitan este sitio. ¡Sigue escribiendo, este sitio es tuyo!
Pablo Córdoba.
ESTIMADO PABLO CORDOBA:
Leyendo y agradeciendo tu reflexión, hace mucho, estaba pensando, salvando las grandes distancias, por supuesto, digo como San Francisco de Asís, desde ahora mi Padre es el que está en el cielo.
Quiero olvidar el pasado, y seguir viviendo lo que me queda, meditando que tengo un Padre en el cielo que me ama mucho.
Me duele, por supuesto, pero es que sino no puedo continuar.
Mi marido, que me conoce más de lo que creo, siempre me dice esta reflexión.
Le pregunté si él se daba cuenta de «todo», y me dijo que «sí».
Realmente, me debe haber querido mucho para casarse con una mujer tan «problemática».
Doy Gracias a Dios.
También, doy las Gracias a Dios, por tu amistad y por prestar tu oído.
Muchas Gracias. Qué Dios te Bendiga.
Silvia.
Estimado Pablo:
Recién leí una reflexión tuya:
«Quien aprende a convivir con el dolor y adapta su vida a las nuevas circunstancias, se convierte en una persona fecunda».
Sabés una cosa??, es tan cierto!!,antes de la enfermedad de mi esposo, era hueca, tenía más de lo necesario, pero no era feliz.
Me faltaba «algo», no sabía que era.
Después de la enfermedad, no me quedó otra que aferrarme a Jesús, porque sola no podía.
Y así comenzó el grupo de oración, los retiros a Padre Hurtado, también conocí a Su Santidad Juan Pablo II, aprendí a conocerlo, a amarlo, y ya está estampado en mi corazón para siempre.
Entonces aprendí a convivir con el dolor, y a adaptarme a la la nueva situación.
Sin Jesús jamás hubiera podido sola.
Y sabés una cosa??, me ha bendecido mucho, porque me ha dado mucho más de lo que esperaba.
Y ahí comprendí, «la misericordia de Dios», no son palabras sin contenido, sino que es la Verdad.
A todo esto, te digo que pasaron 25 años.
Bendito seas por siempre Señor.
Un beso cordial
Silvia.
Silvia:
Ver que vienes sacando buen provecho de este sitio me pone muy contento. Demuestra que nuestros esfuerzos, puestos en manos de Dios, rinden mucho frutos. Te animo a que sigas participando.
Estoy seguro que tus comentarios y reflexiones harán bien a muchos de los amigos que a diario visitan este sitio. ¡Sigue escribiendo, este sitio es tuyo!
Pablo Córdoba.