Querida amiga:
Durante este tiempo no te tuve en cuenta. Por atender a los míos, te dejé a un costado. Cuando abrí los ojos ya era tarde. Estabas tiste. Te sentías sola…
¿Cómo no te ibas a sentir mal?, si pasaste años esperando lo que no llegaría. Tú en la espera y yo a las corridas.
De pronto, mis horas quedaron vacías. No tengo tantas obligaciones ni que correr todo el día. Las tardes se me hacen largas y, por momentos, extraño el barullo y la compañía.
Entonces miro hacia adentro y me encuentro conmigo misma. Allí te veo callada, con tu tímida sonrisa. Aguardando una palabra, al menos una caricia mía.
No puedo más que pedirte perdón. Y unirme a ti en alianza de amistad perpetua. En adelante quiero ser tu brisa de primavera y el motivo de tus alegrías. Ser tu mejor amiga.
¡Cómo es la vida! Tuve que estar sola, para encontrarme conmigo misma. Tuve que cerrar los ojos para ver tu sonrisa. Tuve que pedirte perdón para recuperar mi alegría.
Hoy le doy gracias a Dios por nuestro encuentro. Y celebro la dicha de ver que, el amor que ahora nos une, nos mantendrá por siempre unidas.
Tu amiga de toda la vida.
Esta carta esta basada en el testimonio y en la vida de María Pía Alesio, una amiga entrañable que hoy sonrie desde el Cielo. Te pido una oración por el eterno descanso de su sonrisa.
QUERIDO PABLO:
Esta carta me hizo pensar mucho. ¿cómo yo amiga de mi misma?, eso nunca se me había ocurrido porque nunca lo pensé.
Siempre me enseñaron que tenía que estar para los demás, como eran las madres antes, nunca contaba para nada. y sobre todo para los hijos, cuando ellos se fueron, si que fue un golpe grande, pues quedé vacía, solo Jesús, me enseñó que ËL me acompaña.
Pero amiga de mi misma, eso no lo entiendo.
Sólo se que cuando en Chile, alababamos a Jesús en oración, eramos 3 00 personas Y sólo allí, estaba Jesús y yo, nadie más.!!.y allí era » la plenitud,» con el Padre Agustín que nos guiaba, y la oración iba aumentando en fervor y amor. Allí se que estaba llena de Dios y «su Amor».
No estaba triste, al contrario, volvía plena de Amor, un amor que no me pueden dar mis familiares.
Es al revés, estando plena es como puedo querer a los demás. Si no tengo esa inyección de AMOR, estoy vacía, sí los amo, pero un poco indiferente, no sé donde estoy parada.
La verdad que creí, que esos retiros serían para siempre, nunca imaginamos los que ibamos allí, que esto sería sólo por unos años.
Sólo le pido a Dios, poder volver alguna vez, a esos retiros dónde nos llenavamos del AMOR, a Dios y a los hermanos.
Un abrazo en Cristo Jesús.
Silvia.
Saben, he leído tantos libros de autoestima y ninguno me ha ayudado tanto como esta simple carta. Era justo lo que necesitaba: algo que me llevara a mi interior, que me reconciliara conmiga misma. Algo que me ayudara al reencuentro.
Gracias, Silvia
Creo que soy una más de tantas mujeres del mundo de hoy, que no ha logrado encontrarse con uno misma, los caminos que hoy en día debe transitar la mujere son con grandes desafíos y entre ellos esta el poder SER.
Necesito hoy encontrarme a mi misma y aprender a quererme cada día un poco más…
esta página me ha hecho ver más allá de mi realidad..gracias
Leí esta carta,y la verdad, se me hizo un nudo en la garganta.Conocí a Pia, y no puedo creer que no este más.Sólo sé que con esta carta me hizo ver desde otra perpectiva la unica y mejor enseñanza: Sólo encontrarás la felicidad eterna queriendote primero a ti misma.En realidad, no es nueva esa afirmación, pero dicha con esas palabras ,me llegó al corazón. Gracias.