La noche estaba cubriendo con su manto al jovén protagonista de la historia y al anciano que con voz pausada lo guiába en la gran aventura de encontrarse con Dios, cuando le dijo:
–Es inútil querer escaparle a Dios. Su voz está grabada en tu corazón y no la podrás acallar. No hay nadie que la pueda silenciar. No hay ruido, por fuerte que sea, que la pueda aplacar -le dijo el viejo cerrando sus ojos.
–Quiere decir que mis intentos son en vano -respondió el joven en tono de desafío.
–Inútil y contraproducente -respondió con energía.
Cuanto más te alejes de Él, más infeliz te sentís. Querer eludir este tema es un sin sentido agobiante. Dios te anda buscando, no para anular tu personalidad ni para castigarte; sino, para demostrarte que te ama. Quiere darse a conocer para que puedas creer en Él.
–¿Cómo creer en Dios; si no lo puedo ver? No creo en lo que no puedo ver ni tocar -dijo algo impaciente.
–¿Has tocado el hielo de Alaska? -le preguntó el anciano con una sonrisa.
–No.
–No has pisado el suelo de Alaska, sin embargo, estás seguro de que existe; porque lo has visto en los mapas, porque has visto fotos de esquimales o porque has conocido gente que estuvo allí.
Para ti Alaska existe; aun sin haber tocado sus hielos tienes un conocimiento indirecto «del país de las sombras largas».
Muy bien. Ahora: ¿alguna vez viste a Júpiter, a Saturno o a algún otro planeta?
–Directamente no. Pero los vi en Internet y leí unos artículos en la National Geographic.
–Sin embargo sabes que existen, porque crees en los científicos que han constatado sus existencias.
–¿Piensas qué soy un ignorante? -respondió secamente.
–No. Solo quiero que entiendas que, aunque no lo veas o no lo puedas tocar, Dios existe. Tal como existen Alaska y los planetas.
Tu momento de reflexión:
No quiero desalentarte pero es inútil que le sigas huyendo. No soy yo el que saca el tema. Es Dios el que te está hablando. Te está esperando y, aunque no lo puedas ver ni tocar, te está buscando.
Sabe de tus preocupaciones, tus miedos, tus errores, tus vergüenzas, por eso sale a tu encuentro. Está dispuesto a mostrarte la salida; siempre que le des tu consentimiento.
Él, más que nadie, quiere que armes tu rompecabezas. Está dispuesto a ayudarte para que así suceda. ¿Qué esperas para dejarte encontrar por tu Padre del Cielo?
¿Qué esperas?
Pablo Córdoba
De la Saga de libros-digitales: Descubre Cómo
claramente,dios no existe. respeto que los demas si pero no existe. no existe porque todavia no veo algun bien que haya hecho.¿porque la gente muere si dios murio para vivir nosotros?¿porque hay tanto sufrimiento en el mundo si dios nos ayuda?
daros cuenta que no hay nada ahi arriba!que todo lo que está creado en el mundo es gracias a la ciencia y no a un dios que dio la vida y no se que!
si dios existiese, tendria aqui a mis abuelos, y tendria aqui a mi amigo pero NO!se han ido!vale de tanto comerse la cabeza, no perdais el tiempo rezando.
Con todo respeto a esa persona que opina contrariando la existencia de dios, solo queda pedirle que reflexione interiormente. Que dios es un concepto distinto a lo que la razón humana puede comprender en esta instancia. Las reflexiones de Pablo sugieren ir mas alla del empirismo humano, el que muchas veces nos hace caer en la desgracia del individualismo que nos convierte en incredulos. Solo resta permitir un espacio para descubrir que Dios esta en todos lados y más aún en nuestro interior, por detras de nuestra libertad y falencias individuales que nos alejan de su presencia. Dios no esta para impedir el designo equivocado de nuestras desiciones, como la guerra, y demas flajelos, creer eso, es infantil y deviene de una niñez inmadura y caprichosa a la que seguro no pudimos superar aún. Inevitablemente vamos a morir y sufriremos seguramente durante nuestras vidas, pero Dios es un concepto que trasciende dicha instancia, con animo y fe, todo es mejor. Un saludo.